Miguel Ángel, un nombre sinónimo del alto renacimiento, no solo era un maestro pintor y arquitecto, sino también un escultor prodigioso. Su capacidad para respirar la vida en mármol frío y duro no tiene paralelo, y sus obras continúan inspirando asombro y asombro siglos después de su creación. Central del genio escultórico de Miguel Ángel fue su profunda comprensión y utilización de mármol, particularmente su enfoque para tallar figuras de una sola losa. Este artículo profundiza en los métodos de Miguel Ángel, su elección de mármol y las obras maestras que creó, todo mientras exploraba las bases filosóficas que guiaron su arte.